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Terapia individual de Naturopatía en Elche
La terapia individual de naturopatía se basa en el equilibrio de la energía vital del organismo. Reúne varios agentes naturales de salud: alimentación, hidrología, psicología, ejercicio físico, respiración, fitoterapia y técnicas manuales energéticas. Pretende mantener o recuperar la óptima salud global del individuo mejorando la calidad de vida y permitiendo que el organismo se autoregule y se regenere por medios naturales. Hace ya 25 siglos que Hipócrates enumeraba cinco pilares básicos que hoy en día han recuperado y ampliado los grandes maestros naturistas del siglo XX.
Los humores líquidos orgánicos y sus trastornos: sobrecargas, estancamientos, carencias. La vitalidad: la energía vital intrínseca y su capacidad de equilibrio regeneraba autocuración homeostasis. Higienismo: la necesidad del contacto con la naturaleza para estar en salud y bienestar. Las causas: que nos hacen mirar el terreno orgánico y energético psicológico donde surge la enfermedad. Lo holístico: la relación con los distintos planos de la persona.
La enfermedad no la contraemos, ni se nos pega, ni nos golpea, ni tan siquiera es mala suerte. La enfermedad es un proceso en el que no somos las víctimas inocentes, somos los creadores. El estado de intoxicación o deficiencias son los causantes de enfermedades. En la naturopatía todas las enfermedades son vistas como manifestaciones de un mismo trastorno: el desequilibrio del terreno. El terreno es el conjunto de líquidos que están en el organismo y que rodean o constituyen las células. Estos líquidos son: suero, sangre, líquido cefalorraquídeo… Dichos líquidos intra y extracelulares aseguran los aportes nutritivos y la eliminación de las toxinas. Los cambios importantes de estos líquidos conduce a la enfermedad.
Encuentra el equilibrio
ESPIGOL CONECTA CONTIGO
La enfermedad es general y única: la intoxicación del terreno. La manifestación en la superficie solo nos habla de una mal profundo. Se puede tener la imagen de in iceberg, sólo se ve una parte en la superficie. Muchas veces los organismos más afectados son los débiles hereditariamente o los más usados. La enfermedad es una, pero se manifiesta de manera diferente en cada persona.
Hipócrates, siglos antes de Cristo, decía: “La naturaleza de la enfermedad es la misma, solamente se defieren por su localización”. En efecto, su esencia es una; la causa que las produce es también una. También Alexis Carrel, Premio Nobel de medicina ha manifestado: “Cuando el terreno se desequilibra aparece la enfermedad”. La enfermedad está al servicio de la salud, de la vida.
Factores que provocan la intoxicación y la degradación
RESIDUOS MAL METABOLIZADOS
Los factores que provocan intoxicación y degradación en nuestro organismo son variados, pero generalmente se deben a residuos mal metabolizados. La dieta, los medicamentos y los estimulantes que consumimos pueden deteriorar o mejorar nuestra salud.
Un aspecto crucial es el déficit nutricional al que a veces sometemos al cuerpo. Los nutrientes que aportamos son fundamentales para desacelerar, mejorar o mantener el equilibrio orgánico. Aunque parezca que los alimentos abundan en nuestra sociedad, lo que realmente escasea son los nutrientes esenciales. Esto se debe a los malos hábitos alimenticios fomentados por nuestra cultura de consumo y los métodos de producción de alimentos, incluyendo el uso de fertilizantes sintéticos, insecticidas, y procesos como el refinamiento y la alteración por calor que buscan mejorar sabor pero comprometen la calidad nutricional.
Además, el organismo tiene una fuerza vital que busca constantemente el equilibrio. Esta fuerza es la que realmente cura, mientras que los medicamentos solo ayudan a facilitar este proceso. Sin embargo, si el cuerpo se encuentra en un estado tóxico o con deficiencias, el equilibrio se complica. Cuando esto sucede, el órgano más afectado reacciona, lo que debe entenderse como un intento de la fuerza vital para restaurar la salud eliminando toxinas o compensando la falta de nutrientes esenciales. Esto puede resultar en crisis curativas o enfermedades.
La capacidad para eliminar toxinas varía de persona a persona y depende de los órganos inmunitarios. Según la debilidad o desequilibrio de cada órgano, sus síntomas variarán. Esta fuerza vital opera en un «terreno» donde también juega un papel crucial la inmunidad. El éxito en repeler agentes infecciosos como virus, bacterias y hongos dependerá de la calidad de este terreno. Pasteur ya lo dijo: «El microbio no es nada, el terreno lo es todo». Además de los aspectos químicos y físicos, los aspectos mentales, emocionales y espirituales del individuo también influyen significativamente en la salud.
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Joan Antoni Maciá
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